viernes, 27 de abril de 2012



Dos expresiones fundamentales que debemos tener en cuenta los
que profesamos la fe en Cristo:
La fe: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve". Hebreos 11:1
     Fe es sinónimo de confianza y seguridad de lo que esperamos,
     convencimiento de ver aquéllo que no vemos en el presente. Es
     estar seguro mediante la creencia y fidelidad (en Dios) que
     vamos obtener aquéllo que se nos ha prometido y/o
     queremos obtener. 
     "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios".
     Hebreos 10:17. Si quieres tener fe en Dios y ver sus maravillas
     celestiales es necesario que comiences a acercarte a la casa de
     Dios y leer la Palabra de Dios escrita (la Biblia). 
     Através de la fe, creemos que Jesús murió por nuestros pecados
     y que resucitó al tercer dia. "Y si Cristo no resucitó, vana es
      nuestra predicación, vana es también nuestra fe". 1Corintios
     15:14. Por esa fe esperamos la salvación de nuestras almas
     y ser librados de la ira que vendrá sobre todo hombre que
     no se somete a la voluntad de Dios. 1Pedro 1:9 "obteniendo
     el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas".

Algo que está ligado a la fe es el dar. "¿de qué aprovechará si
alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?"
 Stgo. 2:14
   ''Y si hay hermanos que tienen alguna necesidad y
   le decimos que vayan en paz y que se cobijen y abriguen y
   no le proveemos lo que necesitan ¿de qué aprovecha? Así
   también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma".
   "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así
   también la fe sin obras". Stgo. 2:14-17, 26. El dar a los
   demás es una virtud o fruto que se desprende de aquél
   que tiene fe. "En todo os he enseñado que, trabajando
   así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las
   palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado
   es dar que recibir". Hechos 20:35.
   Siempre que esté a nuestro alcance el ayudar a los
   demás debemos de hacerlo. Dentro del pueblo cristiano,
   vecindario y familiares hay necesidades espirituales y
   materiales. Debemos tener empatía con los demás para
   poder comprender que a veces las necesidades de
   nuestros vecinos y hermanos son más grandes que las
   nuestras. Al ofrecer a otros nuestra ayuda es algo bien
   satisfactorio para la vida del ser humano. El saber que
   has sido de bendición para otros es muy alagador y de
   grande estima ante los ojos  de Dios  "Cada uno de como
   propuso en su corazón:...porque Dios ama al dador alegre".
   2Corintios 9:7.

Con estas dos expresiones de fe y dar, debemos empezar todos
nuestros días. Fe con la que obtuvimos nuestra salvación y fe para
continuar dia dia en ella: santificándonos, orando y leyendo la
Palabra de Dios. Acordándonos de los demás que están a
nuestro alrededor; entendiendo que los que perseveramos en
la fe de Cristo somos las manos, los pies y la boca de Dios en
la Tierra para suplir las necesidades espirituales y materiales
de nuestros hermanos.

Que la paz de Dios, la salvación en Jesús y la dirección del Espíritu
Santo acompañen nuestras vidas. Amén.

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